Si la persona con Alzheimer u otra demencia prefiere un entorno de vida en comunidad o necesita más atención de la que se le puede brindar en el hogar, una instalación residencial puede ser la mejor opción. Los diferentes tipos de instalaciones brindan diferentes niveles de atención, según las necesidades de la persona.
Tipos de cuidado residencial
Conoce los diferentes tipos de atención residencial para determinar cuál se ajusta mejor a las necesidades de la persona con demencia.
Vivienda de jubilación
La vivienda de jubilación puede ser apropiada para personas con Alzheimer en etapa inicial que aún pueden cuidarse a sí mismas de manera independiente. Una persona puede vivir sola de forma segura, pero tiene dificultades para administrar una casa entera. En general, este tipo de vivienda para personas de la tercera edad ofrece supervisión limitada y puede ofrecer oportunidades para actividades sociales, transporte y otros servicios.
Vida asistida
La vida asistida cierra la brecha entre vivir de forma independiente y vivir en un hogar de ancianos. Por lo general, ofrece una combinación de alojamiento, comidas, servicios de apoyo y atención médica. La vivienda asistida no está regulada por el gobierno y sus definiciones varían entre comunidades. No todas las instalaciones de vida asistida ofrecen servicios específicamente diseñados para personas con demencia, por lo que es importante preguntar e informarse.
Hogares de ancianos
Los asilos o residencias de ancianos como Resipuig o el Instituto Geriátrico Valenciano, brindan atención médica las 24 horas y tratamiento médico a largo plazo. La mayoría de los hogares de ancianos tienen servicios y personal para abordar cuestiones tales como nutrición, planificación de cuidados, recreación, espiritualidad y atención médica. Diferentes hogares de ancianos tienen diferentes proporciones de personal a residentes. Además, el personal de una residencia de la tercera edad puede tener más experiencia o capacitación con demencia que el personal de otro. Las residencias de ancianos generalmente están autorizadas por el estado y reguladas por el gobierno de la comunidad.
Las unidades de cuidados especiales de Alzheimer también se llaman unidades de cuidado de la memoria.
Estas unidades están diseñadas para satisfacer las necesidades específicas de las personas con Alzheimer y otras demencias. Pueden tomar muchas formas y existir dentro de varios tipos de cuidado residencial. Esas unidades suelen ser configuraciones de grupos en las que las personas con demencia se agrupan en un piso o una unidad dentro de un centro de atención residencial más grande. Algunas comunidades tienen legislación que exige que los hogares de ancianos y las residencias de vida asistida revelen sus tarifas y enumeren los servicios especializados que brindan, incluido el personal capacitado, las actividades especializadas y la capacidad del personal para atender a los residentes con necesidades conductuales. Debido a que las leyes varían, es importante hacer preguntas específicas sobre qué tipo de atención se proporciona para garantizar que el nivel de atención sea apropiado para la persona.
Comunidades de retiro con atención continua
Estas comunidades ofrecen diferentes niveles de atención (independiente, vida asistida y hogar de ancianos) según las necesidades individuales. Un residente puede moverse a través de los diferentes niveles de cuidado dentro de la comunidad si sus necesidades cambian. El pago de estos tipos de instalaciones puede incluir una tarifa de entrada inicial con tarifas mensuales posteriores o el pago puede basarse únicamente en tarifas mensuales.
Cuando vivir en casa ya no es una opción
Puede llegar el momento en que la persona con la enfermedad de Alzheimer u otra demencia necesite más atención de la que se puede brindar en el hogar. Durante las etapas intermedias de la enfermedad de Alzheimer, se hace necesario proporcionar supervisión las 24 horas para mantener segura a la persona con demencia. A medida que la enfermedad avanza hacia etapas tardías, los requisitos de cuidado las 24 horas se vuelven más intensivos.
Tomar la decisión de mudarse a un centro de atención residencial puede ser muy difícil, pero no siempre es posible continuar brindando el nivel de atención necesario en el hogar.
Las siguientes preguntas pueden ser útiles para determinar si una mudanza al cuidado residencial es una buena opción:
- ¿La persona con demencia se está volviendo insegura en su hogar actual?
- ¿Está en riesgo la salud de la persona con demencia o mi salud como cuidador?
- ¿Las necesidades de cuidado de la persona están más allá de mis habilidades físicas?
- ¿Me estoy convirtiendo en un cuidador estresado, irritable e impaciente?
- ¿Estoy descuidando las responsabilidades laborales, mi familia y yo?
- ¿La estructura y la interacción social en una instalación de atención beneficiarían a la persona con demencia?
Esta transición puede ser una experiencia estresante. Puedes sentirte culpable y preguntarte si estás haciendo lo correcto. Estos sentimientos son comunes. Las familias que han pasado por el proceso nos dicen que es mejor recopilar información y seguir adelante. Tenga en cuenta que, independientemente de dónde se realice la atención, la decisión es asegurarse de que la persona reciba la atención necesaria.
Elegir una configuración de cuidado
Primeros pasos:
- Planea visitar varios centros de cuidado. Echa un vistazo y hable con el personal, así como con los residentes y las familias.
- Cuando visites un centro de atención, solicita ver el último informe de encuesta / inspección y el formulario de Divulgación de unidades de atención especial. El informe y el formulario de divulgación pueden brindarte una imagen de los servicios de la instalación.
- Visita las instalaciones en diferentes momentos del día, incluidos los horarios de las comidas.
- Pregúntale al centro de cuidado sobre la disponibilidad de habitaciones, el coste y la participación en la Seguridad Social. Considera colocar tu nombre en una lista de espera, incluso si no estás listo para tomar una decisión sobre un traslado.
- Si vas a pagar por el servicio, pregunta qué sucede si la persona con demencia se queda sin dinero. Algunas instalaciones aceptarán otras opciones; otras pueden no. Si anticipas esta necesidad ya sea ahora o en el futuro, planea visitar a un abogado que se especialice en atención a personas mayores antes de mudarse a un establecimiento para asegurarse de que se cuenta con un buen plan financiero.
Costes
El costo de la atención varía ampliamente según el tipo de instalación. El costo promedio nacional de los servicios básicos en una instalación de vida asistida es de 43.539 € por año. En un hogar de ancianos, el costo promedio de una habitación privada en un hogar de ancianos es de 92,378 € por año y el costo promedio de un cuarto semiprivado en un hogar de ancianos es de 82,125 € por año.
La mayoría de las familias paga los costes de cuidado residencial de sus propios bolsillos. Los tipos de beneficios que pueden cubrir el cuidado de enfermería incluyen el seguro de cuidado a largo plazo.
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